IMIGO | Instituto Mexicano de Infectología, Ginecología y Obstetricia
Home | SP SP   EN EN

Noticias


¿Llegó el Viagra rosa?

¿Llegó el Viagra rosa? CIUDAD DE MÉXICO — Aleida tiene 40 años y trabaja como ejecutiva de relaciones p úblicas desde hace 15; ha estado casada por una década y no tienen hijos por decisión de los dos. En sus propias palabras, "es feliz en casi todo; con una carrera que me gusta mucho y con un marido maravilloso, pero mi vida sexual es un desastre".

La romántica postal se empezó a deteriorar hace un año. Aleida no tiene ganas de sexo casi nunca: "Mi esposo se me acerca. Sé que lo amo, que sin él no entendería mi vida y está en plenitud, pero no pasa nada. No me ‘enciendo' y termino fingiendo para que él no crea que ya no me gusta o que dejé de quererlo. Es terrible".

Mujeres desapasionadas
"El trastorno del deseo hipoactivo, la anorgasmia y la incapacidad para alcanzar el orgasmo o preorgasmia son las tres disfunciones de la vida erótica más comunes entre las mujeres mexicanas", explica el Dr. David Barrios Martínez, sexólogo clínico y psicoterapeuta sexual de Caleidoscopia AC y expresidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (FEMESS). Estas disfunciones no son enfermedades sino síndromes: "un conjunto de síntomas que se presentan con independencia de su causa y que se manifiestan de manera recurrente, persistente y causan malestar en quien los padece", precisa el Dr. Eusebio Rubio, fundador de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, A. C. (AMSSAC) y expresidente de la Asociación Mundial para la Salud Sexual. El trastorno de deseo hipoactivo "es la atenuación de las ganas eróticas que se traduce en la reducción de la disposición para emprender encuentro sexuales", detalla el Dr. Barrios. Y commenta: "Ahora está a debate si el trastorno de deseo hipoactivo es el mismo que el trastorno de deseo inhibido. Yo digo que no: en el primero, las ‘ganas' se minimizan; en el segundo, desaparecen totalmente". Esta disfunción afectaría a un 30% de las mujeres que acuden a la consulta de un sexólogo, según Barrios. Aunque el estudio PRESIDE, realizado bajo el patrocinio de la industria farmacéutica en los EE.UU. en 2006 y que incluyó a 31 mil mujeres mayores de 18 años, encontró que aproximadamente una de cada 10 mujeres reportó bajo deseo con malestar asociado, y que aquellas entre los 35 y 64 años fueron las más proclives a experimentar problemas de bajo deseo y malestar que las más jóvenes.

Detrás de la apatía sexual
Las causas de la disfunción las apunta el Dr. Barrios: "La mayoría de los casos de deseo hipoactivo tienen que ver con problemas con la dinámica de pareja, autonegación del derecho al placer propiciada por una gran cantidad de prejuicios, falsos mitos, ignorancia y roles de género estereotipados que asocian la posibilidad del goce erótico a lo malo, sucio, degradante o pecaminoso". A veces, también se debe a factores orgánicos como diabetes mellitus, hipertensión, bajos niveles hormonales y el uso de fármacos como los antihipertensivos, tranquilizantes y antidepresivos. "Aunque existe un porcentaje de mujeres que sin ninguno de esos factores, se encuentra con que no siente las mismas ganas de siempre y eso le causa angustia, sorpresa y preocupación", confirma el Dr. Rubio. En la mayoría de las pacientes, la psicoterapia individual o en pareja, resuelve el problema. Si tiene un elemento orgánico, se trata primero ese factor para desspués abordar el tema del deseo hipoactivo "Pero hasta ahora no había nada para un 10% de mujeres que pasaban por deseo hipoactivo sin causa aparente", añade el Dr. Rubio. Para esas mujeres será flibanserina, una molécula que estaba siendo investigada como antidepresivo por los laboratorios alemanes Boehringer Ingelheim, y que casualmente "reencendió" la pasión de un grupo de mujeres que participaban en el protocolo de investigación de la sustancia.

No es un Viagra femeninoEl Dr. Rubio es muy claro: "Estará indicado sólo para ese subgrupo de mujeres afectadas por el trastorno de deseo hipoactivo que no tiene origen en problemas de pareja, emocionales o de educación o que no se relaciona con cuestiones orgánicas". Y seguramente así será: "Porque no hay pastillas para curar una mala relación de pareja", dice el Dr. Barrios. La pastilla funcionará cambiando el desbalance de neurotransmisores -los mensajeros de la actividad neuronal- que trastocan el deseo: el exceso de serotonina inhibe el ciclo de respuesta sexual; mientras que la presencia de dopamina y noradrenalina, prenden el fuego. Parece que flibanserina modula estos neurotransmisores en áreas selectivas del cerebro y restaura el equilibrio neuroquímico. Resultado: las mujeres recobran su deseo de intimidad. "Lo que hay que evitar es que sea usado como un afrodisiaco en aquellas mujeres que han perdido el deseo por razones como el maltrato, los prejuicios religiosos o morales, una baja autoestima o experiencias de abuso sexual. En esos casos, se requiere el trabajo fino de la psicoterapia", establece el Dr. Barrios. ¿Hay algún peligro de que sea usado de manera criminal para abusar de mujeres en bares o discotecas como cabría temer? No realmente, su efecto no es inmediato: "De la misma manera que otros fármacos que operan a nivel del sistema nervioso central, sus primeros efectos se notarán en aproximadamente 4 semanas después de iniciado el tratamiento", menciona el Dr. José Tirán, ginecólogo y director del Instituto Mexicano de Infectología Ginecológica y Obstétrica (IMIGO), en Monterrey.

Mientras llega, Aleida opina que no estaría mal probar la pastilla: "Si con eso salvo mi relación, estoy dispuesta". En tanto, flibanserina está siendo revisada en estos momentos por la FDA, la agencia encargada de analizar cada nuevo fármaco que sale en el mercado estadounidense y que también es una autoridad a nivel internacional y Boehringer está empezando a correr más estudios de seguridad y eficacia en mujeres y otros para conocer si flibanserina puede reencender el deseo sexual en hombres (que believe it or not, también llegan a sufrir de esta disfunción).

No, no es el Viagra rosa, porque la sexualidad de las mujeres es más que hidráulica. Pero será un avance en la compresión biológica del erotismo femenino, una materia tan compleja como ellas mismas.

Regresar