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Artículos de interés / Embarazo


Recomendaciones en el embarazo

Recomendaciones en el embarazo Higiene, vestido y calzado
Durante el embarazo, es aconsejable que s igas las siguientes recomendaciones:

  • Cuida tu higiene personal. Es recomendable el baño diario, ya que durante la gestación aumenta la sudoración y el flujo vaginal.
  • Para tu higiene íntima debes utilizar jabones líquidos neutros, y no debes usar la ducha vaginal (lavarse por dentro).
  • Extrema la limpieza de la boca. Es recomendable que te limpies los dientes después de cada comida, y que acudas con un odontólogo cuando sea necesario.
  • Utiliza vestidos cómodos y holgados. No utilices prendas de ropa que opriman tu cuerpo.
  • El sostén se debe adaptar al aumento de tamaño del busto y debe mantener los pechos en su posición normal.
  • Las medias y calcetines que produzcan compresión local de las piernas pueden favorecer el desarrollo de várices, por lo que no son recomendables.
  • El zapato debe ser cómodo, evitando el tacón alto así como el excesivamente plano.
  • La faja tiende a disminuir la potencia de la musculatura abdominal, por lo que no es necesario su empleo, salvo en los casos en los que tu ginecólogo lo aconseje.
Trabajo
La decisión sobre si una mujer embarazada puede realizar o no una determinada actividad laboral, depende del tipo de trabajo, del estado de salud de la gestante y del tiempo de gestación transcurrido. En general, durante el embarazo puedes desarrollar tu trabajo habitual, siempre que no cause una fatiga física o psíquica excesiva, hasta el octavo mes de gestación. A partir de ese momento, debes reducir tu actividad, siendo recomendable el descanso laboral en las últimas semanas de gestación.

Tu ginecólogo te puede aconsejar darte de baja por incapacidad laboral transitoria si padeces ciertas enfermedades o complicaciones del embarazo. No es aconsejable que en tu trabajo manejes productos tóxicos o que estés expuesta a radiaciones. Las labores del hogar pueden ser realizadas con normalidad, excepto si existe alguna complicación como amenaza de aborto o de parto prematuro. No obstante, debes intentar evitar aquellas actividades que te causen fatiga excesiva.

Ejercicio físico y deportes
El ejercicio físico ayuda a mantener una buena salud en cualquier momento de tu vida. Durante el embarazo, la mujer sana tiene una tolerancia menor al esfuerzo físico. Como recomendación general, es conveniente realizar un ejercicio físico moderado, sobre todo caminar, nadar y ejercicios aprendidos en los cursos de educación maternal. No se recomienda la práctica de ejercicios violentos, de competencia o que produzcan fatiga. El ejercicio regular, al menos 3 veces por semana, es mejor que la actividad física ocasional e intensa seguida de largos períodos de inactividad. Para evitar posibles riesgos, no debes realizar ejercicios que te obliguen a permanecer tumbada en el suelo, los que requieran retener la respiración o los que aumentan en exceso la temperatura corporal.

No debes realizar una actividad física prolongada si existe un ambiente húmedo, caluroso, o si padeces una enfermedad con fiebre, como catarro o gripe. Debes evitar movimientos bruscos, saltos, flexión o extensión excesiva de las articulaciones, así como los impactos corporales. Es aconsejable que uses un sostén adecuado para soportar las mamas. La actividad física no debe ser intensa. Un buen método de autocontrol es que puedas hablar con normalidad durante el ejercicio. Cuando practiques un deporte, debes ingerir cantidades adecuadas de calorías y líquidos para mantener una correcta hidratación. Si en un momento determinado no te encuentras bien, debes interrumpir la actividad física y debes tumbarte en el suelo sobre tu lado izquierdo hasta que comiences a recuperarte. Debes consultar a tu ginecólogo si aparece uno de los siguientes síntomas: dolor, desfallecimiento, hemorragia, taquicardia, vértigo, dolor de espalda, falta de aliento, dolor en el pubis, palpitaciones o dificultad para andar.

Viajes
En general, los viajes no están contraindicados durante el embarazo, siempre que se tomen ciertas precauciones. Sin embargo, no es aconsejable realizar viajes a lugares con escasos servicios sanitarios. También consulta con tu ginecólogo los riesgos de enfermedades tropicales o del viajero dependiendo del lugar al que planees ir, para determinar si es o no recomendable realizar ese viaje. Hacia el final de la gestación se deben evitar viajes largos, y no están contraindicados los viajes en avión. Los siguientes consejos te pueden ser útiles para que los viajes te sean más cómodos:
  • Cuando vayas a realizar un viaje debes usar ropa cómoda que no te oprima. Es recomendable que antes de iniciar el viaje comas alguna galleta para evitar el mareo.
  • Tu viaje será más cómodo si realizas una parada cada 2 horas y das un paseo corto para estirar las piernas.
  • No debes tomar ningún medicamento sin que sea conocido por tu ginecólogo, incluso las pastillas o jarabes contra el mareo, las cuales no requieren receta médica.
  • Si planeas un viaje para permanecer fuera de tu domicilio habitual por algunos días, debes consultar a tu ginecólogo sobre otro ginecólogo, clínica u hospital que te pueda dar asistencia en la localidad donde estés, en caso de que surja algún problema.
  • Si planeas realizar un viaje cuando el embarazo está avanzado, pregunta a tu ginecólogo sobre las probabilidades de un parto prematuro.
  • Aunque los viajes durante el embarazo son generalmente seguros, en la mayoría de los casos no se recomiendan si la mujer tiene algún problema de salud o si necesita asistencia médica especial. Si no tienes seguridad sobre si el viaje es seguro para ti, pregúntale a tu ginecólogo.
Viajes en coche o tren
Los viajes en coche son una buena elección cuando se realizan desplazamientos a una distancia corta o mediana. Los autobuses no tienen espacio para pasear y las paradas no siempre pueden realizarse cuando desees. Si debes realizar un viaje largo, el tren te proporcionará mayor libertad de movimiento que el autobús. Siempre que viajes en coche debes utilizar el cinturón de seguridad. Es muy poco probable que, si el coche se detiene bruscamente o si sufre un impacto, el cinturón de seguridad cause una lesión al bebé. Debes situar la cinta inferior del cinturón en la porción inferior de tu vientre, tan baja como sea posible, junto a la parte superior de tus muslos. No se debe poner el cinturón alrededor del abdomen, ya que este lugar puede causar lesiones más importantes en caso de accidente. La cinta superior del cinturón debe pasar entre tu pecho y cruzar tu hombro sin irritar el cuello. Ajusta las cintas superior e inferior tanto como sea posible para tu comodidad. Nunca deslices la parte superior del cinturón por fuera de tu hombro, ya que los cinturones muy holgados o muy altos sobre el abdomen, en caso de accidente, pueden causar la rotura de las costillas o lesiones en tu abdomen.

Viajes en avión
Los viajes en avión son generalmente seguros durante el embarazo. Debes evitar los viajes aéreos largos a partir del séptimo mes de gestación. Cuando realices un viaje en avión, intenta obtener un asiento en la parte delantera de la cabina, ya que ésta es la zona más estable y te permite ponerte de pie, pasear y poder ir con facilidad al cuarto de baño. En el curso del viaje puedes tomar comidas ligeras. Los detectores de metal utilizados por los servicios de seguridad de los aeropuertos no son peligrosos para el bebé.

Viajes en barco
Los viajes en barco son también generalmente seguros. Sin embargo, antes de iniciar un viaje en barco debes discutir con tu ginecólogo la alimentación y medicinas que puedes utilizar si te mareas. Es conveniente que consideres la distancia que pueda existir hasta un lugar donde puedas recibir atención médica cuando te encuentres en mar abierto.

Viajes al extranjero

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