Todas las mujeres tienen cierto decrecimiento en su fertilidad empezando los 30. Después de ese tiempo, puede tomar más tiempo quedar embarazada. Los hombres también tienen un decrecimiento en su fertilidad mientras envejecen. Un motivo por las cuales las mujeres pueden volverse menos fértiles es que la ovulación (la liberación de un óvulo de uno de los ovarios) ocurre menos frecuentemente conforme la mujer envejece. Otro motivo puede ser que los óvulos de una mujer mayor no son tan fácilmente fertilizados como los de una mujer joven. Además, problemas como que las trompas de Falopio se bloqueen y se presente la endometriosis son más comunes en mujeres mayores. Si estás a mitad de tus treintas, o mayor y estás preocupada por tu fertilidad, o si no has concebido después de 6 meses de tener sexo sin ninguna forma de anticonceptivo, puedes querer hablar con tu ginecólogo. Con tecnología reproductiva asistida, es posible para algunas mujeres embarazarse incluso si tienen problemas de fertilidad.
Problemas de salud
Debido a que un embarazo presenta nuevas demandas en el cuerpo de una mujer, el riesgo de complicaciones durante el embarazo es mayor para mujeres más grandes. Son más propensas a visitar al ginecólogo, a necesitar ciertos exámenes especiales, y a requerir cuidado especial durante el parto. La presión arterial alta presenta un riesgo para la madre y el bebé, incluyendo problemas con la placenta y el crecimiento del bebé. La presión alta también puede empeorar con el embarazo. Con el incremento de edad, las mujeres son más propensas a desarrollar diabetes o diabetes estacional, la cual ocurre cuando una está embarazada. Las mujeres con diabetes tienen un riesgo mayor de tener presión alta, pérdida del embarazo, y una condición en la que el bebé crece demasiado (macrosomia). Los ginecólogos cuentan con el historial médico de la mujer, exámenes físicos, y procedimientos especiales y pruebas para detectar problemas que pudieran surgir. En la mayoría de los casos, las parejas con riesgos altos tienen bebés normales y saludables, pero comoquiera tienen que estar bien informados y discutir sus planes y cualquier problema conocido con sus ginecólogos.
Desórdenes genéticos
El riesgo de una pareja de tener un bebé con algún defecto incrementa con la edad. Tu ginecólogo puede sugerir asesoramiento genético. El asesoramiento por lo general se hace por un ginecólogo o asesor genético (un educador de salud con entrenamiento especial en la genética, el estudio de desórdenes heredados). El asesoramiento te va a ayudar a ti y a tu pareja a ver los riesgos y tomar una decisión informada sobre quedar embarazada o tener pruebas durante el embarazo. Esto involucra dar un historial familiar detallado y a veces tener un examen físico junto con las pruebas de laboratorio. El historial y los resultados de los exámenes pueden ayudar al asesor a informar a una pareja sobre sus oportunidades de tener un bebé con algún defecto. A todas las mujeres se les ofrece un escaneo o revisión para detectar problemas genéticos. Las mujeres mayores tienen un riesgo mayor de tener un bebé con algún problema en los cromosomas. Habla con tu ginecólogo o asesor genético sobre las ventajas y desventajas de tener estos exámenes: