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Gestación: Tercer Trimestre
Durante este tiempo, trata de contabilizar la actividad del bebé. Observa en qué parte del día está más activo y empieza a contar los movimientos fetales alrededor de la misma hora todos los días. Un movimiento puede ser una patada, un estiramiento o una volteada. Si tu bebé se está moviendo menos de lo normal, puede indicar que está sometido a algún tipo de estrés o que se está desarrollando algún problema. Una regla empírica es contar 10 o más movimientos en dos horas. Esto sugiere que el bebé está bien.
Nota importante: cada bebé pasa períodos despierto y períodos dormido, así que habrá momentos en que esté muy quieto y otros muy activo.
Para contabilizar los movimientos haz lo siguiente: acuéstate de lado o siéntate en una silla cómoda. Escoge un lugar tranquilo donde pueda concentrarse en los movimientos del bebé y no te distraiga. Si fumas y no has podido dejar de hacerlo durante el embarazo, trata de no fumar por lo menos una hora antes de empezar a contar los movimientos. Recuerda que tu bebé está recibiendo menos oxígeno y alimento porque la nicotina de sus cigarrillos contrae sus vasos sanguíneos. Anota la hora en que empiezas a contar los movimientos, checa cada movimiento hasta que sientas 10. No cuentes por más de 2 horas. Cuando el bebé se mueva por décima vez, anota la hora. Checa cuánto tiempo le tomó realizar los 10 movimientos. Llama a tu ginecólogo si notas un cambio significante en la actividad del bebé o si el bebé se mueve menos de 10 veces en 2 horas.
Desarrollo del bebé
- Semana 27: El pelo del bebé está más largo y ya se le notan las cejas y las pestañas.
- Semana 28: Los ojos se abren y ya son sensibles a la luz. El bebé mide aproximadamente 38 cms y pesa alrededor de 1.37 kgs.
- Semana 29: El bebé aumenta de peso cerca de 28 grs. por semana.
- Semana 30: Las papilas gustativas se desarrollan y los otros sentidos ya están desarrollados.
- Semana 31: El vernix (cubierta cremosa que cubre la piel) y el lanugo (vellosidad fina que cubre la piel) empiezan a desaparecer. La cabeza está más proporcionada con el cuerpo.
- Semana 32: La piel está menos arrugada pero el bebé es aun pequeño, mide aproximadamente 46 cms. y pesa 2.3 kgs.
- Semana 33: Los movimientos del bebé pueden ser vistos por fuera del vientre de la madre.
- Semana 34: La piel se torna más rosada y el bebé empieza a parpadear.
- Semana 35: Las uñas de pies y manos han crecido hasta la punta de los dedos.
- Semana 36: Todos los órganos han completado su madurez. La piel está rojiza y suave. Mide 29 cms. y pesa como 2.72 kgs.
- Semana 37: Los depósitos de grasa continúan formándose. El bebé se considera a término.
- Semana 38: El bebé aumenta 28 grs. por día y comenzará a ocupar la parte más baja de la pelvis.
- Semana 39: El bello fino solo permanece en los brazos y hombros. Las uñas ya han crecido más allá de la punta de los dedos.
- Semana 40: El bebé está completamente desarrollado. Mide aproximadamente 51 cms. y pesa 3.17 a 3.63 kgs.
- Hemorroides
- Estrías
- Aumento del desecho vaginal (llama a tu ginecólogo si el desecho es acuoso, sanguinolento o si tiene mal olor).
- Una incómoda comezón en el abdomen que puede extenderse a brazos y piernas.
- Mareada. El peso del bebé y del útero sobre los vasos sanguíneos mayores puede reducir el flujo de sangre, lo que te hace sentir mareada. Cambia de posición despacio, toma de 8-10 vasos de agua al día y evita acostarte sobre tu espalda.
- Incómoda por lo inflamada. El abastecimiento de sangre a la vagina es normal, pero causa inflamación. La presión del bebé y del útero pueden causar una sensación de presión en las ingles. Recomendaciones para aliviar la presión de las ingles:
- Para mejorar el flujo de sangre a su corazón descansa con tus caderas levantadas, ayudándote con almohadas.
- Haz los ejercicios de Kegel para mejorar la circulación.
- Pónte una bolsa con hielos en el área de las ingles para adormecer los tejidos y disminuir temporalmente la cantidad de fluido sanguíneo en área.
- Cuando descanses, pon tus pies en alto varias veces al día.
- Nadar también ayuda.
- Estreñida. El estreñimiento es muy natural en este punto del embarazo. Estas son algunas recomendaciones:
- Toma agua tibia.
- Aumenta tu ingesta de fibra: granos integrales, frijoles, lentejas y mucha fruta y vegetales.
- Toma de 8-10 vasos de líquido al día.
- Ejercítate
- Pregunta a tu ginecólogo si un ablandador de heces te puede ayudar o de algunas otras medidas.
- Con acidez. El útero crecido está tomando más espacio abdominal, esto, combinado con el aumento de la progesterona puede provocar que se presente un reflujo ácido del estómago hacia el esófago. Esta condición puede minimizarse:
- Evitando alimentos grasosos, muy condimentados o raciones muy grandes de alimentos, especialmente antes de acostarse.
- Duerme con tu cabeza levantada para disminuir el flujo de las secreciones hacia el estómago.
- Toma leche.
- Si tienes intención de tomar un antiácido, consúltalo con tu ginecólogo.
Podrás sentirte ansiosa acerca de la labor de parto. Estarás más conciente de la dependencia con tu pareja. Te sentirás impaciente de la llegada del bebé y estarás preocupada de que no vuelvas a ver tus pies. En esta parte del embarazo sentirás que emocionalmente andas en una montaña rusa. Comparte tus sentimientos con otras mujeres embarazadas, esto hará que disminuya la ansiedad. Recuerda comunicarle a tu pareja cómo te sientes.
La importancia del sueño
A pesar de que parezca imposible en este punto del embarazo dormir bien durante la noche ayuda tremendamente. Aquí están algunas sugerencias:
- Practica tus técnicas de relajación.
- Pídele a tu pareja que te dé un masaje suave y relajante.
- Acomoda tus almohadas debajo de rodillas, vientre y hombros.
- Respira profundo y acompasadamente.
- Toma leche tibia antes de dormir.
- Toma un baño de tina tibio y relajante. La presión del agua alrededor de tu cuerpo forza los fluidos fuera de los tejidos y alivia la inflamación.
- Evita comer antes de acostarte.
- La hormona progesterona relaja y hace más lentos los movimientos intestinales y el peso del bebé y de la matriz reducen la actividad digestiva. Esto provoca gases, indigestión y estreñimiento.
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