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Diabetes y el embarazo

Diabetes y el embarazo La diabetes ocurre cuando existe un problema con la manera en la que el cuerpo h ace o utiliza la insulina. La insulina es una hormona que convierte la glucosa de la comida en energía. Cuando el cuerpo no produce la suficiente cantidad de insulina, o cuando el cuerpo no crea la insulina correctamente, el nivel de glucosa en la sangre crece mucho. A esto se le conoce como hiperglicemia (niveles de azúcar altos en la sangre). Durante el embarazo, las hormonas producidas por la placenta pueden limitar las acciones de la insulina. Como resultado, puede ocurrir la diabetes gestacional. La diabetes gestacional puede ocurrir incluso si no hay factores de riesgo o síntomas presentes. Por esta razón, se examina a las mujeres embarazadas para detectar diabetes. La diabetes gestacional por lo general desaparece después de que nace el bebé. Sin embargo, las mujeres con diabetes gestacional tienen un riesgo mucho más alto de desarrollar diabetes con el paso de los años. Debes decirle a tu ginecólogo si tuviste diabetes gestacional. El riesgo de diabetes incrementa con la edad. También es más probable que surja en mujeres que:

  • Tienen sobrepeso.
  • No están activas físicamente.
  • Tienen presión sanguínea alta.
  • Tienen un nivel de colesterol alto.
  • Tienen historial familiar de diabetes.
  • Tienen el síndrome de ovario poliquístico.
  • Tienen un historial de enfermedades cardiovasculares.
  • Son Nativas Americanas, Asiáticas, Hispanas, Africana Americana, o isleña del pacífico.
Efectos durante el embarazo
El riesgo de que haya problemas durante el embarazo es mayor cuando los niveles de azúcar en la sangre son altos. Algunos de estos problemas pueden incrementar las probabilidades de un parto por cesárea. Estas son algunas razones por las cuales necesitas tener un buen control del nivel de azúcar en la sangre durante el embarazo. Un buen control de los niveles de glucosa, antes y durante el embarazo, puede reducir los riesgos. Si tienes diabetes o si estás en riesgo de desarrollar diabetes gestacional, debes estar consciente de los problemas que pueden surgir:
  • La macrosomia (un bebé muy grande) ocurre cuando el nivel de azúcar en la sangre de la madre es alto durante el embarazo. Esto permite que el bebé reciba mucho azúcar y puede causar que el bebé sea demasiado grande, lo que puede provocar un parto difícil. Por ejemplo, puede haber problemas con los hombros del bebé al momento del parto porque pueden ser más grandes que el espacio que da el canal de parto.
  • La preeclampsia es la combinación de la presión alta y proteína en la orina durante el embarazo. Esto puede presentar problemas para la madre y para el bebé, ya que puede requerir que el bebé nazca antes. La preeclampsia severa puede traer ataques o problemas en los riñones o hígado.
  • El polihidramnio ocurre cuando hay demasiado líquido amniótico dentro de la bolsa que cubre al bebé. Esto puede causar incomodidad, labor de parto y nacimiento prematuro.
  • Pueden ocurrir infecciones en las vías urinarias sin síntomas. Si la infección no se elimina, puede propagarse de la vejiga a los riñones.
  • El síndrome de la aflicción pulmonar puede dificultarle la respiración al bebé después de nacer. Los riesgos de esta condición son mayores para bebés de madre diabética.
  • El parto de un niño muerto ocurre más frecuentemente en mujeres que no pudieron controlar su diabetes antes o durante el embarazo.
Control de diabetes
Existen varias maneras con las cuales puedes medir tu nivel de glucosa. Puedes ir a un laboratorio para que te examinen la sangre, o puedes revisar tus niveles por medio de un medidor de glucosa. Con un medidor de glucosa, se utiliza un objeto simple con el que se obtiene una pequeña gota de sangre, por lo general de la punta de tus dedos. La gota de sangre se coloca en un pedazo de papel especial, y entonces se lee el nivel de glucosa. Existen varios tipos de medidores de glucosa, y todos son seguros y simples de usar diariamente. Puedes necesitar revisar tu nivel de glucosa varias veces al día para mantener un nivel normal. Para ser más efectivos, los resultados deben ser exactos y se deben reportar a tu ginecólogo. Tu ginecólogo te va a decir qué tanto y qué tan seguido debes revisarte. Los exámenes de orina no son una buena manera de revisarte la glucosa.

La glucosa puede ser controlada con dieta y ejercicio y, en algunos casos, por medio de pastillas o inyecciones de insulina. Tú y tu ginecólogo van a decidir juntos sobre qué método o mezcla de métodos son la mejor opción para ti.

Dieta
Una dieta balanceada es la clave dentro de un embarazo. Tu bebé depende de lo que comes para crecer y desarrollarse. Esto es incluso más importante si tienes diabetes. No comer apropiadamente puede causar que los niveles de glucosa estén o muy altos o muy bajos. El número de calorías en tu dieta va a depender de tu peso, etapa de embarazo, edad, y nivel de actividad. Tu ginecólogo puede ajustar tu dieta de vez en cuando para mejorar el control sobre la glucosa o que se cumplan las necesidades del bebé. En la mayoría de los casos, la dieta consiste en comidas pequeñas y bocadillos a lo largo del día y antes de dormir.

Ejercicio
Ejercicio moderado siempre es bueno, sin embargo, para las mujeres con diabetes es incluso más importante. El ejercicio regular ayuda a mantener los niveles de glucosa bajos. La cantidad de ejercicio para cada mujer varía, y tú y tu ginecólogo van a decidir qué tanto y qué tipo de ejercicio necesitas.

Medicinas
Algunas mujeres con diabetes necesitan tomar inyecciones de insulina para mantener sus niveles de glucosa normales. Las inyecciones de insulina pueden ser utilizadas de un modo seguro durante el embarazo para controlar la diabetes. La cantidad de insulina necesaria para controlar los niveles de glucosa a través del día varía de mujer a mujer y depende de muchos factores. Tu ginecólogo te va a decir cómo utilizar la insulina y qué tantas inyecciones diarias necesitas. El número de inyecciones y cantidad de insulina que necesitas cambia durante el embarazo. Cuando se necesita la insulina para controlar la diabetes durante el embarazo, la dieta y la dosis de insulina debe estar siempre balanceada para prevenir niveles de glucosa dañinos. Algunas mujeres toman pastillas para la diabetes en vez de utilizar inyecciones de insulina. En algunos casos, las pastillas solas no van a controlar la diabetes y se te puede cambiar por inyecciones de insulina. Habla con tu ginecólogo para ver qué tratamiento es mejor para ti.

Cuidado prenatal
Tú juegas un rol clave al momento de controlar la diabetes. El cuidado prenatal ayuda a monitorear tu condición y la de tu bebé. Puedes necesitar ver a tu ginecólogo regularmente para revisiones de rutina y exámenes. Puedes necesitar ciertos exámenes más frecuentemente. Estas pruebas pueden ayudar a tu ginecólogo a estar consciente de cualquier problema y tomar pasos para corregirlos. Tu ginecólogo puede contestar las preguntas que tengas y decirte más sobre estas pruebas:
  • Un ultrasonido utiliza ondas de sonido para crear imágenes del bebé. Esto permite al ginecólogo revisar su crecimiento y desarrollo.
  • El monitoreo electrónico fetal ayuda a tu ginecólogo a detectar signos de problemas que el feto pueda tener al final del embarazo. Se colocan monitores en el abdomen de la mujer. El ritmo cardíaco y la actividad del bebé, así como las contracciones del útero de la mujer, son medidas y grabadas.
  • Un perfil biofísico utiliza monitoreo electrónico fetal y los resultados del ultrasonido para asegurarse del bienestar del bebé.
  • Un conteo de patadas es un registro de qué tan seguido sientes a tu bebé moverse. Un bebé saludable tiende a movers

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