Bebe más líquidos (no alcohólicos), independientemente de cuánta activi dad realices. No esperes a tener sed para beber. Advertencia: Si tu médico te limita en general la cantidad de líquido que puedes beber o te ha recetado pastillas diuréticas, pregúntele cuánto deberías beber durante los días de calor.
No bebas líquidos que contengan cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, pues en realidad te hacen perder más líquido corporal. Además, evita las bebidas muy frías porque pueden causar calambres estomacales.
Permanece adentro y, si es posible, en un lugar con aire acondicionado. Si tu casa no tiene aire acondicionado, ve a un centro comercial o algún otro lugar que cuente con ello, pues incluso unas pocas horas en un ambiente con aire acondicionado pueden ayudar a tu cuerpo a mantenerse más fresco cuando vuelvas al calor. Averigua con tu departamento de salud local si existen albergues de refugio para protegerse del calor en tu área.
Los ventiladores eléctricos pueden proporcionar comodidad, pero cuando la temperatura llega casi a 40°C, los ventiladores no van a evitar que sobrevengan enfermedades relacionadas con el calor. Tomar un baño con agua fría o trasladarse a un lugar con aire acondicionado es una forma mucho mejor de refrescarse.
Usa ropa ligera, holgada y de colores claros.
NUNCA dejes a nadie en un vehículo estacionado y cerrado.
Aún cuando cualquier persona puede sufrir, en cualquier momento, de una enfermedad relacionada con el calor, algunas son más susceptibles que otras. Vigila constantemente a: