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Artículos de interés / Cáncer y prevención


Mamografías

Mamografías Tus senos están hechos de glándulas, grasa, y tejido fibroso. Responden a los ca mbios en los niveles de hormonas estrógeno y progesterona durante tu período menstrual. Las hormonas cambian la cantidad de fluído en el busto, lo cual puede hacer que las áreas fibrosas en el seno sean más dolorosas. Tu pecho cambia durante el embarazo, la lactancia, y la menopausia. Puedes darte cuenta de los cambios si usas anticonceptivos hormonales o terapia hormonal. Incluso si tienes implantes, puede haber cambios en tus senos.

¿Qué es una mamografía?
Una mamografía es un estudio de rayos X simple, ya que transmite dosis bajas de rayos X a través de los senos. No se inyectan ni se tragan tintes, y no se introducen instrumentos en tu cuerpo. Algunos crecimientos son muy pequeños o están en una parte muy profunda dentro del seno, por lo que pueden ser difíciles de detectar. Algunos crecimientos pueden ser benignos (no cancerosos), o malignos (cancerosos). La mamografía es una buena manera de encontrar crecimientos cancerosos antes de que crezcan demasiado como para sentirse al tacto. Cuando el cáncer se encuentra en esta etapa temprana, es fácil de tratarla. Si se detecta a tiempo, se puede curar. Las mamografías también son útiles para revisar crecimientos que se han sentido durante un examen físico por un ginecólogo o por un auto examen de seno. Se puede hacer en la oficina de un ginecólogo, en una clínica, en una camioneta de exploración móvil, o en un hospital. Tu ginecólogo puede ordenar el examen, y se hace por un técnico de rayos X entrenado en mamografía. Los resultados, entonces, se leen por un radiólogo. Sin importar dónde se realiza el examen, debes tener un reporte con los resultados del radiólogo o tu ginecólogo. Pregunta a tu ginecólogo de cualquier cosa que no entiendas.

¿Quién debe hacerse una mamografía?
Las mujeres de edad entre 40-49 años deben hacerse una mamografía cada año, o cada 2 años. Las mujeres de 50 años en adelante deben hacerse una mamografía cada año. Si tienes ciertos factores de riesgo, tu ginecólogo te puede sugerir hacerte el examen a una edad más temprana. Puedes necesitar una mamografía si tienes cualquiera de estos signos:

  • Una bola inexplicable o engrosamiento en el seno o en la axila.
  • Hundimientos o enrojecimiento de la piel del seno u otros cambios.
  • Descarga o sangrado proveniente del pezón.
  • Un cambio reciente en el pezón, como un pezón comprimido.
Si padeces cualquiera de estos síntomas, habla con tu ginecólogo sobre tener un examen físico y una mamografía. Las mamografías son de vital importancia para una mujer, especialmente para mujeres de 40 años o mayores. El tamaño de tu pecho no importa, ni si tienes implantes o no. Las mujeres que han tenido cirugía por cáncer de seno también pueden necesitar mamografías y otros estudios para revisar cualquier tejido que se haya quedado dentro del seno. Se puede hacer un ultrasonido en mujeres jóvenes a las que se les haya encontrado alguna masa de contenido desconocido.

Factores de riesgo
La mayoría de las mujeres que sufren cáncer de seno no tienen ningún factor de riesgo a excepción de la edad. Conforme la mujer envejece, sus riesgos incrementan. Sin embargo, si una mujer tiene cualquiera de estos factores de riesgo, puede tener un riesgo mayor de desarrollar cáncer de seno:
  • Ciertos genes (BRCA1 y BRCA2) heredados de sus padres.
  • Cáncer de seno en su madre, hija o hermana.
  • No se ha embarazado o se embarazó después de los 30 años.
  • Menstruación temprana (antes de los 12 años).
  • Menopausia tardía (a los 55 o después).
  • Nunca ha lactado a un niño.
Estos factores pueden incrementar el riesgo de cáncer de seno en algunas mujeres:
  • Historia personal de cáncer de seno, endometrio, ovario o colon
  • Obesidad post menopausia
  • Consumo de alcohol
  • Terapia hormonal reciente
  • Algunos medicamentos hormonales
  • Ser alta
  • Herencia judía
¿Qué esperar?
El día en el que te vayas a hacer el examen, no debes utilizar polvos, lociones o desodorante. Esto se debe a que la mayoría de estos productos tienen sustancias que pueden salir en las películas de los rayos X, además de que pueden hacer que los resultados sean difíciles de leer. Para prepararte para el examen, vas a necesitar desvestirte de la cintura para arriba y ponerte una bata. Se te va a pedir que te pares o te sientes enfrente de la máquina de rayos X. Dos placas suaves, planas de plástico o vidrio se van a colocar alrededor de uno de tus senos. Vas a sentir algo de presión en tu seno. Las placas van a aplanar tus senos lo más que se pueda de modo que se pueda ver más tejido sin tanta radiación. Después de los primeros rayos X, las placas se pueden quitar para que el seno pueda ser radiado de una o más posiciones. Después se realiza el mismo estudio en el otro seno. La presión de las placas puede causar dolor en el seno, sin embargo, esta inconformidad se pasa pronto. Si estás en tu periodo menstrual, puedes preferir hacerte el examen la semana después de haber tenido el período, ya que el pecho está menos sensible después de este tiempo. Si tienes implantes de seno, dile a tu ginecólogo. También debes mencionar tus implantes a la persona que va a hacer el examen. Los implantes de seno pueden hacer más difícil ver ciertas partes del tejido del pecho. Existe el riesgo de que el implante pueda estallar durante el examen. Por lo tanto, se debe poner un cuidado extra al comprimir el seno.

¿Cuáles son los riesgos existentes?
La mamografía expone a la mujer a una dosis muy baja de rayos X. La dosis es mucho menor que el nivel natural de radiación recibido del medio ambiente durante un año. Hace unos años, existía la preocupación sobre la cantidad de radiación a la que una mujer pudiera ser expuesta durante el examen. El equipo mejorado y las técnicas utilizadas hoy en día dan como resultado dosis muy bajas. Además, el riesgo es muy bajo, incluso con exámenes repetidos. De ser necesario, la mamografía se puede realizar durante el embarazo. Algunos tipos de cáncer no pueden verse a través de una mamografía. Incluso masas que se pueden sentir pueden no aparecer en los resultados. La combinación de una mamografía, exámenes de mama regulares hechos por tu ginecólogo, y auto evaluación pueden dar los mejores resultados. Si sientes alguna masa durante una auto evaluación, consulta a tu ginecólogo.

¿Qué pasa si el resultado del examen es positivo?
La mayoría de las masas encontradas en el busto son benignas, no cancerosas. Para confirmar los resultados de la mamografía, otros exámenes de imagen, como la ultra sonografía y una resonancia magnética, o una citologia ductal mamaria pueden ser de utilidad. La resonancia magnética es un método utilizado para ver los tejidos dentro de tus senos utilizando un campo magnético muy fuerte y ondas de radio. Con la ultra monografía, las ondas de sonido son utilizadas para crear imágenes del interior del cuerpo o de los tejidos, como son los senos. Este método puede decirle a tu ginecólogo sobre ciertos tipos de masas dentro de los senos. Puede mostrar si estas masas son sólidas o llenas de líquidos, como si fueran quistes. Puede que necesites repetir el examen si los resultados del primero no fueron seguros. Otras pruebas pueden decirle a tu ginecólogo más sobre las masas, las cuales incluyen:
  • Aspiración por aguja, en la cual se inserta una aguja a la masa para descubrir si está llena de fluidos o es sólido. Una muestra de fluido o tejido se puede retirar para estudiarlo bajo microscopio.
  • Biopsia, un procedimiento quirúrgico en el cual se realiza una pequeña incisión para quitar el crecimiento entero o una muestra para estudiarla a través de microscopio.
  • Estudio de citología de células intraductales


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